¿Eres feliz?
No es una pregunta necia, ni tampoco impertinente.
Al contrario, es una pregunta muy pertinente.
Sin la felicidad, su vida no tiene prácticamente significado.
Ningún éxito es realmente éxito sin traer la felicidad. Ninguna parte de su vida cotidiana tiene verdadero valor, si no va acompañada de la felicidad.
Epicteto, el filósofo griego, descubridor de muchas verdades durante su vida plena, hace muchos siglos, afirmó con claridad:
“Dios creó a los hombres a fin de gozaran de la felicidad y la constancia del bien”.
¿Te agrada la felicidad?
No nos referimos a la felicidad del momento, la alegría pequeña, sino a la dicha plena y completa de todos los momentos.
Si te inclinas a la afirmación de que toda cosa es imposible, está cayendo en la racionalización.
La felicidad es accesible y debe siempre y debe estar siempre dentro de usted.
Carlos Darwin, el naturalista cuyas teorías evolutivas se han discutido, fue un gran filósofo.
Escribió muchas hojas en cuanto a la lucha por la existencia, pero el llego a la misma conclusión que Epicteto.
“Todos los seres sensibles han sido formados a fin de que gozaran, como regla general de la felicidad.
El derecho de ser feliz te pertenece a ti.
Pero vuelvo a hacer la pregunta del principio
¿Eres feliz?
De hecho, mucha gente ignora que es la felicidad, ya que jamás la han conocido.
¿Quién es culpable de que algunas personas desconozcan la felicidad?
Los escritos de los filósofos, los maestros, los religiosos…
Todos están de acuerdo en hacer responsable al hombre de su propia felicidad.
Con demasiada frecuencia la gente se siente descontenta, deprimida, llena de cuidados.
No es así como deben ser las cosas.
Si el hombre crea su propia desdicha, entonces puede crear su propia felicidad.
Debes aprender el hábito de la felicidad y repetir la siguiente frase diario:
“Yo tengo el hábito de ser feliz”.
En esta afirmación sencillamente existe una verdad profunda.
El libro de proverbios afirma: “el de alegre corazón, goza de un festejo continuó”.
Cultivando el hábito de la felicidad tu vida puede nuevamente ser más agradable y valer la pena.
El hábito de la felicidad te enseñará la filosofía básica y única de reaccionar frente a las circunstancias.
Recuerda qué:
Pueden ser irremediables las cosas te pasan, pero puedes lograr mucho en tu manera de reaccionar.
Una de las primeras consecuencias del uso de este hábito será la destrucción del enemigo de la naturaleza: La monotonía.
La naturaleza aborrece la monotonía como aborrece a un vacío.
Es una cosa capaz de destruir su juventud y traer la senectud prematura.
Una vida de dicha no se permite el desgaste de las facultades mentales, muchas personas que han sobrepasado los cien años, han confesado que lo lograron conservando su juventud de sus mentes manteniéndose en nuevos intereses.
Quien domine la automaestría mediante la terapéutica subjetiva-la oración, la meditación, la afirmación, jamás encontrará monótona la vida.
“Despertar las facultades latentes de la apreciación del arte, promover una actividad más amplia en las aficiones, en la religión, ayudara a disminuir la tensión y la frustración.
Nuestros pensamientos crean nuestra realidad, así que no permitas que el “pensamiento emocional” negativo cubra el color de tu vida de una capa de gris.
Utiliza las horas conscientes para crear felicidad a fin de que tu Supraconsciencia se acostumbre al hábito de la dicha y se haga cargo de toda RESPONSABILIDAD.
Ahora es tu turno, escribe en los comentarios si eres feliz.